En estos días de recogimiento y profunda emoción que caracterizan la Semana Santa, donde el drama y la pasión se viven intensamente, la música, con su capacidad de evocar sentimientos trascendentales, se convierte en una compañera natural. Al igual que las procesiones y los ritos nos conectan con historias de dolor y esperanza, las obras de grandes compositores pueden elevar nuestro espíritu y sumergirnos en intensas experiencias emocionales. En este contexto, se presenta una oportunidad única para prolongar esas emociones a través de la música: el Grupo Talía, bajo la batuta de Silvia Sanz, cerrará su temporada sinfónico-coral con un magnífico concierto titulado «Verdi & Wagner«, dedicado a dos gigantes de la ópera. El encuentro tendrá lugar el sábado 24 de mayo a las 19:30 h en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música.

La profunda carga dramática y emocional de la Semana Santa encuentra resonancias significativas en la obra de Giuseppe Verdi y Richard Wagner. Tal como se describe en las fuentes, la Semana Santa se vive como una experiencia teatral intensa, marcada por el dolor, la esperanza y un profundo sentido de lo sagrado. Verdi y Wagner fueron maestros en plasmar estas mismas pasiones extremas en sus óperas, explorando temas de redención, traición, muerte y salvación con una intensidad musical inigualable. Esta capacidad compartida para evocar emociones fuertes y trascendentales crea un vínculo entre la experiencia religiosa y la inmersión en sus composiciones.


Incluso se señala que algunas marchas procesionales han recibido una influencia indirecta de la música sinfónica del siglo XIX, particularmente de Verdi, en la forma de abordar el lirismo y la solemnidad. Asimismo, la concepción del arte como un medio para elevar el espíritu humano, casi como una forma de religión, que compartían Verdi y Wagner, se alinea con la vivencia de la Semana Santa, trascendiendo lo puramente religioso para convertirse en una experiencia estética y emocional profunda. Por lo tanto, la intensidad dramática, los temas universales de sufrimiento y esperanza, y la búsqueda de lo trascendental presentes tanto en la Semana Santa como en la obra de Verdi y Wagner, establecen una conexión profunda que invita a la reflexión y a la emoción, y que sigue inspirando nuevas manifestaciones del arte lírico en la actualidad.

El programa de esta velada irrepetible ha sido cuidadosamente seleccionado para ofrecer un diálogo entre «dos visiones inmortales de la emoción y la teatralidad». Verdi y Wagner, ambos nacidos en 1813, en Italia y Alemania respectivamente, iluminaron la ópera desde distintos puntos de vista, concibiéndola cada uno a su manera. Este concierto permitirá transitar por ambos paisajes sonoros en una sola noche.
La primera parte del concierto se consagrará a la majestuosidad wagneriana. Los asistentes podrán sumergirse en la solemnidad del Coro de peregrinos, el fulgor de la Marcha de los invitados (Freudig begrüßen wir die edle Halle), la intensidad de la legendaria Cabalgata de las valquirias, cuyo poder resuena en la memoria colectiva, el emotivo Gesegnet soll sie schreiten, y la grandiosidad del coro del Acto III de Los maestros cantores de Núremberg, elevándose como una «catedral de sonido». Wagner, arquitecto del mito y la grandilocuencia, tejía su obra unificando voz, orquesta y dramaturgia en un torrente sonoro continuo.
Tras el intermedio, la segunda parte se teñirá del lirismo y la fuerza teatral de Verdi. El telón se alzará con el melancólico Preludio de La traviata, dando paso a la intensidad de los coros de Macbeth: Tre volte miagola y Patria oppressa. La emoción colectiva alcanzará su punto álgido con el conmovedor Coro de esclavos (Va, pensiero), un «lamento convertido en himno de libertad», antes de desembocar en la explosión de júbilo del Acto II de Don Carlo (Spuntato ecco il di d’esultanza). Como broche de oro, resonará la icónica Marcha triunfal de Aida, un «estallido de grandeza y esplendor» que evoca el esplendor de la historia. Verdi, maestro del sentimiento y la inmediatez, esculpió melodías que laten con la voz del pueblo, tejiendo historias de amor y tragedia.


A la batuta estará Silvia Sanz, cuya maestría y pasión han consolidado al Grupo Talía, junto a la Orquesta Metropolitana de Madrid y el Coro Talía, como referentes en la escena sinfónico-coral. Con casi tres décadas de trayectoria, el Grupo Talía ha construido un puente entre la excelencia musical y la divulgación.

Esta cita representa una oportunidad ineludible para los amantes de la música sinfónico-coral y para aquellos que deseen experimentar la intensidad dramática y emocional que tanto Verdi como Wagner supieron plasmar en sus obras. Las entradas ya están a la venta en https://grupotalia.koobin.com/. No pierdan la ocasión de vivir una veladadonde la música se alzará, una vez más, como el lenguaje universal del alma.