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  • Domingo 14 de marzo a las 11:30 de la mañana en la Sala Sinfónica 
  • Silvia Sanz Torre dirige obras de compositores europeos que se inspiraron en España
  • Pavana de Fauré, Capricho español de Rimski-Kórsakov y Carmen de Bizet

Tres obras de gran inspiración y tres visiones de una España soñada más allá de nuestras fronteras protagonizan el próximo concierto de la directora de orquesta Silvia Sanz Torre al frente de la Orquesta Metropolitana de Madrid y el Coro Talía. Titulado España en la música, el programa incluye Pavana de Fauré, Capricho español de Rimski-Kórsakov y una selección de Carmen de Bizet. La cita es el domingo 14 de marzo a las 11:30 en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música y las entradas, de 11 a 30 €, ya están a la venta en grupotalia.org y en entradasinaem.es.

Música rusa y francesa con sabor español

Si la música de compositores españoles protagonizó, con Embrujo español, el primer concierto de la temporada 2020-2021, la música que nuestro país inspiró a compositores europeos es la protagonista de este nuevo programa con tres obras muy conocidas: una evocación dulce y elegante como la Pavana de Fauré, una fantasía rebosante de color como el Capricho Español de Rismki-Kórsakov y algunos de los mejores momentos de una ópera tan seductora como Carmen de Bizet. España en la música es un concierto de música rusa y francesa en toda su esencia, pero con sabor español. 

Pavana de Fauré

Gabriel Fauré (1845-1924) se encuentra entre los mejores compositores franceses de finales del XIX. La pavana era una danza de ritmo pausado que se bailaba en la corte española del siglo XVI y en ella se inspiró Fauré para componer su elegante y melancólica Pavane, op. 50, una obra inicialmente orquestal a la que añadió coro opcional con la inclusión de un texto del poeta simbolista Robert de Montesquiou-Fezensac. El poema es una reflexión en torno a la ilusión efímera del amor. La versión orquestal se estrenó el 25 de noviembre de 1888 en los Conciertos Lamoureux y, tres días más tarde, la Orquesta de la Sociedad Nacional de Música estrenó la versión coral. La obra fue también coreografiada y los Ballets Rusos la llevaron al escenario en 1917. La Pavana de Fauré fue, a su vez, fuente de inspiración para otros autores como Debussy en su Suite Bergamasque y Ravel en su Pavana para una infanta difunta

Capricho español de Rimski-Kórsakov

El Capricho español, Op. 34 del compositor ruso Nikolái Rimski-Kórsakov (1844-1908) es una brillante fantasía orquestal basada en melodías y danzas españolas. El compositor ruso, que fue oficial de la marina rusa, viajó por muchos países y tuvo la oportunidad de visitar España. Seguramente, su interés por la música española tuvo mucho que ver con la influencia de su maestro, Glinka, autor de varias obras inspiradas en el abundante material folclórico que recopiló en sus viajes por España. El propio Rimski-Kórsakov explicó en su autobiografía qué, además de la brillante orquestación, lo que hizo del Capricho una obra excepcional fue, entre otras cuestiones, la acertada elección de los diseños melódicos y su perfecta adaptación a cada tipo de instrumento.

Carmen de Bizet

El concierto España en la música concluirá con una selección de los pasajes más conocidos de la ópera Carmen, del compositor francés Georges Bizet (1838-1875). Se estrenó en la Opéra-Comique de París un 3 de marzo de 1875 y no fue bien recibida, en parte porque la protagonista era, quizá, demasiado atrevida para la época. Sin embargo, el fracaso inicial pronto se convertiría en un éxito que ha perdurado hasta la actualidad. Desgraciadamente, Bizet no llegó a conocer el gran triunfo de su vida. Murió de un ataque al corazón al día siguiente de firmar el contrato para el estreno en Viena. Carmen es una obra de inspiración española y, al mismo tiempo, absolutamente francesa. Su música no tiene desperdicio: expresiva, elegante, colorista, refinada y salpicada de melodías que atrapan al oyente.

Disfrutar de la música en un entorno seguro

La realización del concierto se ha adaptado a las nuevas circunstancias impuestas por la pandemia, tanto en el escenario como en las butacas: menos intérpretes, utilización de mascarillas, salvo en el caso de los instrumentistas de viento, distancia de seguridad, etc. En lo referente al público, se aplica una reducción del aforo al 60 % junto al resto de medidas preventivas, protocolos y recomendaciones establecidos por el INAEM en el Auditorio Nacional con el fin de crear un entorno seguro que permita disfrutar nuevamente de la música en vivo.